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Tener un auto es un privilegio para trasladarnos a cualquier lugar, especialmente durante la temporada de lluvias, donde no solo debemos cuidar la salud de toda la familia, sino prevenir que el cambio de clima y el exceso de humedad dañen el motor y los componentes de nuestro automóvil.

La primera medida siempre debe ser la prevención; si normalmente se realizan revisiones mensuales, es importante hacerlas más frecuentes para evitar algún daño en el vehículo. Checar los niveles de aceite, agua, estado de las llantas, componentes eléctricos y demás recomendaciones del fabricante es indispensable y puede realizarse desde casa, antes de llevar el auto al taller.

El siguiente punto se relaciona con la forma de conducir. Si bien siempre se recomienda no dar acelerones ni frenazos para evitar el daño a los componentes y ahorrar combustible, en temporada de lluvias es más importante aún, con el fin de que no presenten averías imprevistas en el peor momento: al manejar en calles mojadas.

En el caso de las 4X4, es importante cuidar que las ruedas, el guardabarros y la parte inferior del vehículo no guarden barro, que puede oxidar las partes metálicas del vehículo y, en caso del barro seco en las llantas, puede provocar una fractura en el caucho. Por ello te recomendamos lavar tu camioneta con mayor frecuencia, especialmente si pasaste por calles mojadas, lodo o terracería.

El siguiente punto es procurar que el vehículo se encuentre cubierto el mayor tiempo posible, especialmente durante las lluvias fuertes, pues el exceso de agua, el viento y el posterior secado al sol pueden provocar daños a la pintura. Asimismo, si te estacionas al aire libre, no dejes tu vehículo debajo de los árboles pues la resina en ellos se desprende y puede acelerar el desgaste en la pintura y componentes metálicos al ser muy corrosiva; además, las hojas y ramas pueden caer y arañar la superficie de tu vehículo.

Si no te es posible estacionar tu camioneta al interior o colocarle una funda protectora, procura secar la superficie con un paño limpio, de preferencia absorbente y que no lo raye.

En caso de que tu 4X4 tenga algún arañazo o golpe, repáralo antes de que comiencen las lluvias fuertes, pues el agua puede acelerar el deterioro de los materiales y un pequeño golpe puede convertirse en una gran fractura por efecto de la corrosión.

Por otro lado, extremar los cuidados en los interiores del vehículo es importante, pues entrar con los pies llenos de lodo, chamarras mojadas en los asientos puede dañar las vestiduras; asimismo, la batea debe ser cuidada para que no se acumule el agua de lluvia, que puede provocar la aparición de óxido. Para protegerla puedes colocar una lona o, mejor aún, una tapa a la medida, que cubra toda la batea y evite que ingrese agua al interior.

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