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En general, todos los motores de combustión interna tienen una cadena y correa de distribución, y los automóviles no son la excepción. Esta pieza es una cadena de eslabones muy similar a la de las bicicletas, pero más gruesa y robusta, mientras que la correa es una tira de caucho, goma y otros materiales sintéticos con una cara estriada al interior para acoplarse a las poleas de los sistemas con cadena.

Este sistema se utiliza para sincronizar los árboles de levas con el cigüeñal, de modo que el aire entre y salga del motor al indicarle a las válvulas que se abran y cierren en el momento adecuado. Esto, además, le indica a la unidad de control del motor cuándo encender las bujías para que se dé la combustión.

Los coches modernos usan cadenas de distribución con más frecuencia que las correas, ya que estas duran toda la vida útil del vehículo y solo se les da servicio en caso de que se presente un problema o den síntomas de fallas, de las cuales hablaremos a continuación.

Ruido de la cadena al encender el coche

Normalmente no se debe escuchar la cadena de distribución al encender el coche (ni en otro momento durante su uso), así que, si escuchas una especie de chirrido inusual al encender tu motor o arrancar, y este se acompaña por un traqueteo que desaparece después de un momento, probablemente se trata de un problema en la cadena de distribución.

Si bien algunos coches son más ruidosos que otros, y los motores pueden emitir diferentes ruidos, debes mantenerte atento a los sonidos que surjan, especialmente si has tenido tu coche por muchos años y siempre había sido silencioso. Todo ruido debe ser revisado por el mecánico para asegurarse de que no se presentan fallas considerables, que pongan en riesgo la seguridad al conducir.

Ralentí irregular

Como mencionamos, la cadena de distribución hace que el proceso de combustión sea óptimo al controlar el ingreso y salida de aire en la cámara de combustión. Cuando se tiene una cadena dañada, a la que se le salió un diente, las válvulas podrían permanecer abiertas cuando deben estar cerradas, o viceversa. Esta situación provoca un funcionamiento irregular en el ralentí.

El ralentí se refiere al mínimo de revoluciones por minuto en el que se puede mantener estable el funcionamiento del motor, sin que se requiera aceleración o combustible adicional.

Cuando el ralentí se vuelve irregular se encuentra inestable y puede tener subidas y bajadas de revoluciones por minuto de forma aleatoria, lo que se traduce en vibraciones excesivas, pérdida de potencia o sonidos de petardeo al arrancar.

No poder encender el motor

Si la cadena de distribución se rompió, definitivamente no podrás arrancar el motor ya que no habrá forma de levantar las válvulas de admisión para que entre aire al motor, ni tampoco habrá forma de evacuar los gases que se generan en el escape.

Pérdida de potencia

Cuando las válvulas no se abren y cierran en los momentos indicados debido a que la cadena de distribución está defectuosa, las cámaras de combustión no recibirán la mezcla de aire y combustible que necesitan para funcionar. Esto se traduce en una pérdida de potencia, además de reducir la capacidad de respuesta del motor a la entrada del pedal del acelerador. Además, esta situación puede provocar un aumento en el consumo de combustible.

Causas de deterioro de la cadena de distribución

Existen muchas causas por las que una cadena de distribución puede fallar, las principales son:

  • Tensores flojos que provocan un aumento en la holgura de la cadena de distribución.
  • Rotura de los dientes de la cadena debido a un mal tensor, o por el desgaste causado por un exceso en la carga dinámica en la cadena al arrancar y detener el motor. Si esta tensión es excesiva y sobrepasa las tolerancias para las que ha sido diseñada, la cadena podría romperse.
  • Los tensores defectuosos también pueden provocar que una cadena de distribución esté floja. Esto genera una carga dinámica al arrancar y detener el motor, aumentando el desgaste como en el punto anterior.
  • Una cadena rota puede salirse de su posición, provocando que haga contacto con otro componente, o que se desconecte del engranaje de distribución. En este caso, el motor se detendrá y el automóvil no se podrá encender hasta que se reemplace la cadena.

¿Qué pasa si la cadena se rompe?

Como acabamos de mencionar, una cadena rota provoca que el motor se detenga. Sin embargo, los daños en el motor dependen de la velocidad a la que el vehículo iba en marcha, si hubo contacto con otros componentes, o si se vieron afectadas válvulas y pistones cuando se rompió la cadena. Esto puede provocar que el motor se arruine por completo.

Para prevenir esto, durante las afinaciones de rutina, el mecánico debe revisar la cadena de distribución para asegurarse de que esté en condiciones óptimas y no haya holguras, defectos o dientes rotos.

En caso de presentar alguno de los síntomas de falla, lleva tu coche con el mecánico lo antes posible para evitar un daño mayor en tu motor.

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