La lubricación del motor de combustión interna es crucial para mantener los componentes funcionando de forma óptima, sin sobrecalentamiento, con un buen rendimiento del combustible y con una máquina que trabaja con poco ruido. Sin embargo, en algún momento pueden darse fugas que son fáciles de detectar: basta con observar manchas o charcos negros con textura untuosa debajo del automóvil, justo donde se encuentra el motor.

Las fugas de aceite son un problema que puede contaminar el medio ambiente, restar tiempo de vida útil a tu vehículo y provocar otras fallas más graves, por eso es importante que las evites y a continuación te contaremos cómo hacerlo.

¿Qué es una fuga de aceite?

Fuga o pérdida de aceite lubricante es la salida o filtración de líquido por alguna abertura que se produjo de forma accidental. Dicha rotura puede estar ubicada en el contenedor de aceite, o en el conducto por el que circula para mantener el funcionamiento del motor.

Ahora bien, la gravedad de una fuga de aceite depende del tiempo que pase desde el inicio de la filtración hasta que se arregle, ya que -además de manchas en el piso- puedes empezar a escuchar ruidos extraños, notar que el coche se calienta demasiado, o que el consumo de combustible es mayor, que son los signos más claros de que hay niveles insuficientes de lubricante en el motor.

Causas de las fugas de aceite

Las fugas de aceite son multicausales; las más comunes son:

  • Una junta holgada. Usualmente, este problema causa una fuga leve, y encontrarás aceite alrededor de los elementos con juntas: tapa del balancín, tapón de llenado, el cárter o la culata.
  • Roturas en los manguitos. Esta situación es responsable de fugas muy grandes y fáciles de detectar, como los charcos de aceite de los que hablábamos antes.
  • Golpes en el cárter. Un golpe en este componente puede dañar el tornillo o arandela que lo fijan al sistema, por lo que a veces basta con apretarlos o sustituirlos para solucionar la fuga. Sin embargo, si el golpe fue tan fuerte que provocó que el cárter se rompiera, la fuga será abundante y puede provocar daños severos al motor si no se repara o reemplaza el cárter ya que los componentes metálicos no tendrán la lubricación que necesitan, incrementando la fricción que, a su vez, provoca un sobrecalentamiento y esto conlleva que las piezas se fundan.
  • Problemas con el turbo. Esta situación suele ser consecuencia de un turbo deteriorado, con retenes en mal estado y que deja de cumplir con su función. La solución más simple es cambiar este componente.

 

mantenimiento fuga de aceite

 

Entonces, ¿cómo evitar las fugas de aceite?

Mantenimiento preventivo

Tratándose del motor de tu automóvil, siempre debes pensar que es mejor prevenir que reparar, por lo que el mantenimiento preventivo es crucial para evitar las fugas. Lleva tu coche a la afinación en los tiempos recomendados y solicita al mecánico que revise todos los componentes del motor, reemplazando los que estén deteriorados para tener una máquina en óptimas condiciones.

Cambio de aceite

De la mano con el punto anterior, lleva tu vehículo al cambio de aceite en tiempo y forma para reemplazar el aceite usado y el filtro gastado. De no hacerlo, seguirás circulando con aceite de baja calidad, lo que eventualmente dañará otros componentes del motor.

Usa aceites de buena calidad

Definitivamente, querer ahorrar en el aceite para motor es una mala idea ya que este es de gran importancia para funciones como: lubricar el sistema, controlar el aumento excesivo de temperatura, evitar la fricción de los componentes, entre otras.

Idealmente debes usar la marca y tipo de lubricante recomendado por el fabricante de tu coche ya que es la mejor garantía de funcionamiento; además, debes evitar añadirle aditivos por tu cuenta, mezclar aceite viejo con el nuevo o dos productos diferentes.

Revisa el lugar donde estacionas

Además de comprobar que se encuentra en buenas condiciones y no hay objetos punzocortantes o duros, que dañen los neumáticos y puedan golpear el motor, al revisar con frecuencia el lugar donde estacionas tu coche te permitirá detectar la presencia de gotas o residuos de aceite a tiempo, de modo que puedas actuar rápido para evitar un daño grave a tu vehículo.

Revisa el nivel de aceite

Si bien cada motor es diferente y la forma de revisar el nivel de aceite cambia de un vehículo a otro, lo ideal es revisarlo constantemente para ver tanto la cantidad de aceite en el depósito como su estado, y puedes aprovechar para ver que otras superficies del motor se encuentren limpias.

Si percibes que el nivel de lubricante reduce de forma considerable en un periodo relativamente corto, debes llevar tu coche de inmediato con el mecánico. Para que tengas una mejor idea: desde que le hicieron el cambio de aceite hasta que toca volver a cambiarlo, el nivel no debe bajar más del 10%, ya que si esto sucede es señal de que hay un problema que permite las fugas por algún lugar, siendo más común por las juntas.

Revisa las juntas

Las juntas suelen estar selladas por empaques de material similar al cartón, que debe mantenerse húmedo por el aceite para expandirse y sellar mejor los componentes. La causa más común de fallas en las juntas es el sobrecalentamiento del motor a causa de un lubricante viejo, que provoque pérdida de flujo y viscosidad y exponga los empaques al calor y los reseque.

Esperamos que con estos tips mantengas controladas las fugas de aceite de tu vehículo y aumentes su vida útil. Pero, si el motor de tu auto sufrió una avería tan severa que quedó dañado y tienes que cambiarlo, en Motores Uno encontrarás el perfecto reemplazo para dar nueva vida a tu automóvil.

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